Navidad 2010
Aún faltan varias semanas para el 31, así que intentaré no hacer de este avance el típico balance de fin de año…
Empezó una de las épocas del año que más disfruto. Aunque sea por unos días, me gusta ver mi casa atiborrada con la típica parafernalia decorativa que es propia de estas fechas… Ya he decorado mi arbolito y he guindado una guirnalda en la escalera, y aunque no creo ni 
en la buena ni en la mala pava, este año reemplacé el rojo y el plata por el dorado y el plata, siguiendo recomendaciones de algunos “expertos en brujería y esoterismo”… Ojalá esto me traiga fortuna, como dicen los conocedores, y haga desparecer lo “rojo” de algunas de mis esferas cercanas.
Las circunstancias me han traído a un país que aunque ya no resulta tan extraño, no deja de ser la tierra que me acoge y no la que me vio nacer. Son 5 los años que llevo en España y 5 las Navidades que celebro lejos de casa. Y aunque no suelo ser una persona nostálgica, no dejo de echar de menos las tradiciones de mi país y la compañía de muchas personas queridas que en estas fechas siempre estuvieron a mi lado, dispuestos a brindar conmigo por las cosas buenas recibidas y por un futuro aún mejor.
Tampoco es que la situación sea tan grave… En España tengo muy buenos amigos. Algunos de toda la vida, otros mucho más recientes. Ya hay más de uno, nacido en la Madre Patria, que me pregunta si este año invitaré a unas hallacas y una ensalada de gallina. Es una verdadera bendición que amigos que ya son muy cercanos me acompañen en este empeño de hacer que mi casa sea una casa venezolana, aunque se encuentre del otro lado del charco.
La época tiene una particularidad que la hará muy especial este año y es que recibiré la visita de mis padres. Ya han venido unas 6 veces desde que vivo en Madrid y he cubierto con ellos muchos de los posibles paseos de un día de los alrededores (Toledo, Ávila, El Escorial, Segovia, La Granja, Aranjuez, etc.). Espero que el clima nos dé tregua y nos permita dar alguna vuelta.
Trataré de escribir una vez más antes del 2011. Besos y/o abrazos, y por encima de todo, una muy Feliz Navidad.
La Bitácora de Rafa Peña 
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